miércoles, 27 de mayo de 2009

EN EL PRINCIPIO FUE UNA CANASTA

Es la canasta que dibujó Paola y que está en la campera que lleva puesta, y en las camperas de Mari, Maira, Mica, Stefy y Sabri, y en la remera que llevo puesta, y en la que lleva puesta Hugo Llera, jubilado ferroviario, vecino del Bulevar, colaborador del museo, que pidió una de esas remeras con canasta que dicen Ferrowhite "para hacer panta".
Y ahí va Hugo, haciendo panta con estilo por las calles de tierra del Bulevar con su remera impresa en el museo por un grupo de chicas del barrio.

Mari, Maira, Mica, Stefy y Paola son alumnas de la Escuela 21, vecina de Ferrowhite, y con ellas empezamos hace un tiempo el taller de vestuario crítico, que se puso en marcha gracias a un subsidio del Gabinete Social del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Después se sumaron Sabri, Yanet y Jimena, que no van a la escuela 21, pero que por una u otra razón llegaron al museo y se quedaron en el taller.
La presentación en sociedad fue el 16 de mayo, en el marco de la Noche de los Museos, cuando las chicas participaron de los sorteos y entregaron los premios al público que levantaba sus numeritos con desesperación ¿Qué premios? remeras y camperas que llevaban estampadas la canasta que dibujó Paola y la leyenda Ferrowhite.

Cómo llegamos a esa noche, cómo una canasta del patrimonio del museo que los maquinistas empleaban para llevar la vianda llegó a una remera dibujada por una chica de White, cómo estas chicas saben hacer eso y otras tantas cosas, por qué están imprimiendo cangrejos, y qué tiene eso que ver con el Club Huracán del Bulevar y con los chicos que juegan al fútbol ahí, es lo que iremos contando y mostrando en las entradas del blog.

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